En estos tiempos de recortes en sanidad y educación, no viene mal recordar que en nuestros pueblos alguna vez hubo empleo en estos dos sectores y, aunque suene nostálgico y a que cualquier tiempo pasado fue mejor, hubo un momento en los que las plazas de médicos y maestros se convocaban alabando las virtudes de la población de destino y detallando las ganancias económicas que se podían obtener.
Durante los siglos XVIII y XIX las plazas de médicos y maestros eran cubiertas por las autoridades locales (concejos primero y ayuntamientos después). Para anunciar las vacantes se utilizaba “La Gaceta de Madrid” antecesora del actual Boletín Oficial del Estado, entre 1697 y 1936. Se publicaban anuncios de vacantes con todo lujo de detalles y con una curiosa redacción que a partir del siglo XX pasó a un aburrido estilo oficial que aun conserva.
He hecho una serie de recortes (electrónicos, por supuesto) de estos anuncios de varios pueblos vizcaínos y de la vecina villa de Castro Urdiales de finales del siglo XVIII y del XIX.Estos son todos los que hemos podido localizar. Empezamos por los médicos y enfermeros. Existian plazas de médico y cirujano. Los anuncios detallaban el salario y en algunos casos a quienes tenían que atender´así como los servicios que iban a cobrar aparte. Después describían un poco la población haciéndola atractiva e indicando el numero de habitantes y su situación. Finalmente daban un plazo de presentación de memoriales (curriculum), normalmente al alcalde u otra autoridad. Empecemos pues, como no, por el de nuestro pueblo.
Alcaldía de Abanto y Ciérbana, año 1872
La Gaceta de Madrid, 8 de agosto de 1872
Alcaldía constitucional de Abanto. Año 1865. Meédico cirujano para familias pobres y demás (éstas de pago)
La Gaceta de Madrid, 3 de octubre de 1865
Ayuntamiento de Balmaseda, año 1847. Aquí se solicitaba plaza de cirujano (lo que sería actualmente un enfermero). Indicaba la posibilidad de contratar "mancebos" (ayudantes) para "afeitar, sangrar, poner sanguijuelas y demás" lo que indica que aun se mantenía la antigua técnica de sanación basada en sangrías. En aquellos tiempos Balmaseda contaba según el anuncio, con 340 a 350 vecinos, tenía hospital y un convento de monjas Franciscas. El cirujano era "romancista". Se decía de aquellos cirujanos que no habían pasado por la universidad y por lo tanto no sabían latín que era el idioma de la enseñanza. Por ello sólo sabían "romance", en nuestro caso castellano.
La Gaceta de Madrid,10 de agosto de 1847
Anteiglesia de Baracaldo, año 1842. Compuesto de 400 vecinos y a una hora corta de Bilbao. El médico cobraba aparte los partos (20 reales).

La Gaceta de Madrid, 7 de diciembre de 1842
Pueblo de Baracaldo, año 1848. Seis años más tarde parece que la población había descendido en 30 vecinos, sin embargo cobraba 1600 reales más. Ojo, la distancia a Bilbao se contaba en leguas (1 legua = 5 km y 572 m).
La Gaceta de Madrid, 19 de junio de 1848Alcaldía de Baracaldo, año 1874. Aquí ya pagaban en pesetas (3.250). Suponiendo un cambio de 4 reales por peseta, en este pueblo, en 26 años se habría cuadriplicado el sueldo del médico-cirujano. Sin embargo los partos, cobrados aparte, no se revalorizaron. En 1848 se cobraban 4 reales, y en 1874, 5 pesetas.
La Gaceta de Madrid, 12 de agosto de 1872
Para animar a los candidatos se dan detalles sobre la concurrencia de pacientes: "atravesando por ella dos carreteras, y existen dos fábricas de fundición de hierro y una de conservas alimenticias, así como la ría donde fondean abundantes barcos, concurriendo bastante marinería de diferentes naciones". Se prometía pues clientela cosmopolita. De las dos carreteras una era la N634 y la otra posiblemente la Bilbao-Portugalete.
Villa de Bermeo, año 1827. Importante población que ya en este año contaba con 850 vecinos y ya se pagaba con 9000 reales. Eso sí, no se podía cobrar nada aparte a no ser las visitas fuera de la villa.
La Gaceta de Madrid, 8 de marzo de 1827.
Villa de Bilbao, año 1798. Lo más antiguo que hemos encontrado. En Bilbao ya había a finales del siglo XVIII tres médicos titulares. Claro, que tenían trabajo. Tenían que atender al hospital, cárcel y casa de misericordia, de día y de noche. Se les pagaba en ducados (500) y 2 reales de vellón por cada visita. Los pobres no pagaban (para que luego digan de los servicios sociales).
La Gaceta de Madrid 25 de mayo de 1798Bilbao, año 1800, ya le pagaban en reales.
La Gaceta de Madrid, 12 de septiembre de 1800
Villa de Bilbao, año 1802. Las mismas condiciones que en 1798. ¿Fue esto el preludio de la congelación salarial?
La Gaceta de Madrid, 26 de mayo de 1802
Valle de Carranza, año 1804. Pasamos a la periferia. En aquella época la población carranzana estaba tan dispersa como en la actualidad. Hace referencia posiblemente al actual Balneario del Molinar "hay una fuente de agua mineral que, por su conocida virtud, aumentará los intereses del profesor que sepa apreciarla". Se prometían beneficios por los enfermos que acudían a ella
La Gaceta de Madrid, 8 de junio de 1804
Valle de Carranza, año 1847. Aquí hay una curiosa forma de pago que veremos que se repite más adelante. Durante los primeros cinco años se paga en efectivo y después se paga parte en efectivo y parte en grano de trigo y maiz. Se ve que tenían confianza en las cosechas. Además es la única vez que se requiere experiencia.
La Gaceta de Madrid, 15 de diciembre de 1847
Ayuntamiento del Valle de Carranza, año 1855. Salía la plaza por fallecimiento del anterior. Se detalla que el grano lo ponían los vecinos (ahora lo llamarían "copago")
La Gaceta de Madrid, 9 de diciembre de 1855
Valle de Carranza, año 1850. Además de lo anterior aquí se solicitaba un boticario, que se le obligaba hasta a tener sanguijuelas. Eso si, se las pagaban aparte.
La Gaceta de Madrid, 13 de diciembre de 1850
Anteiglesia de Ceánuri, año 1840. Vamos al valle de Arratia. Alli ya se solicitaba perfil linguistico: "Los aspirantes que deberán poseer el idioma vascongado o valerse de intérprete"
La Gaceta de Madrid, 17 de febrero de 1840
Villa de Lequeitio, año 1816. En esta villa marinera. la cofradía de mareantes contribuía al pago del "cirujano de estuche". Sin embargo las "heridas de mano airada" las cobraba aparte. El seguro no daba para avatares violentos.
La Gaceta de Madrid, 25 de enero de 1816
Villa de Villaviciosa de Marquina, año 1842. El titular de esta plaza tenía un verdadero imperio a su cargo "casco y arrabales", "Barinaga, Ilunzar y Amalloa" y las poblaciones limítrofes de "Jemein, Cenarruza y Echevarria". La descripción del pueblo no tiene desperdicio: "El país es barato y favorecido de buenas aguas potables y de los demás artículos necesarios de la vida. Esta buena disposición va a ser aun aumentada por el crucero de caminos reales que actualmente se están construyendo".

La Gaceta de Madrid, 16 de junio de 1842
La Gaceta de Madrid, 11 de julio de 1865
La Gaceta de Madrid, 15 de enero de 1820
La Gaceta de Madrid, 29 de marzo de 1828
La Gaceta de Madrid, 27 de diciembre de 1821
Valle de Orozco, año 1840. "muy saludable"
La Gaceta de Madrid, 27 de noviembre de 1827
Villa de Portugalete, año 1821. Se pagaban 300 ducados por atender a 200 vecinos.
La Gaceta de Madrid, 30 de agosto de 1821
La Gaceta de Madrid, 2 de septiembre de 1826
Alcaldía constitucional de San Salvador del Valle, año 1858. "El pueblo está tan reunido que su desempeño no ofrece trabajo alguno". Se ve que por aquel entonces este cirujano no tenía la obligación de atender a los barrios mineros que por otra parte, por aquellas fechas, no eran abundantes.
La Gaceta de Madrid, 11 de septiembre de 1858
Concejo de Santurce, año 1823. Se pagaba parte en efectivo y parte en grano de trigo y maiz
La Gaceta de Madrid, 23 de octubrede 1823
Concejo de S. Jorge de Santurce, año 1839. Similares condiciones.
La Gaceta de Madrid, 3 de septiembre de 1839
Concejo de Santurze, año 1844. A los cirujanos también les pagaban en grano. en este concejo también tenían confianza en las cosechas
La Gaceta de Madrid, 9 de junio de 1844
Zornoza, año 1824. El médico de Zornoza atendía a "ante-iglesias de Amorebieta, Echano y Lemona" incluido el convento de carmelitas descalzos
Zornoza, año 1839. Años más tarde ampliaba su atención a otros pueblos "el que fuere agraciado podrá ajustarse con Lemona y Larrabezua".
Villa y puerto de Castro Urdiales, año 1797. Un anuncio del siglo XVIII.
La Gaceta de Madrid, 1 de septiembre de 1797
Villa y puerto de Castro-Urdiales, año 1807. El médico de Castro atendía una amplia geografía a principios del siglo XIX: "A la distancia de 2 leguas están los valles de Somorrostro, Sopuerta, Trucios y Guriezo, que, por carecer de médico suelen acudir a la citada villa"
La Gaceta de Madrid, 30 de enero de 1807
Finalizamos el capítulo sanitario por el momento para pasar al capítulo docente. Hemos encontrado varios anuncios de "maestro de primeras letras" y otros docentes. Curiosamente aquí no se describen las poblaciones con tanto detalle y atractivo. Sin embargo se pone especial cuidado en detallar los destinatarios de las enseñanzas y los requisitos y conocimientos necesarios, algunos de ellos difíciles de cumplir incluso actualmente. Como se verá, a la mayoría de los maestros se les ponía casa y algunos tenían algunas labores eclesiasticas de "propina".
Anteiglesia de Basigo de Baquio, año 1818. Se solicitaba un sacerdote para dar latín. Se le ofrecía "casa, habitación y huerta" para enseñar gratis a los hijos del pueblo, del vecino S. Pelayo y a los parientes del fundador de la plaza (Francisco de Rentería). Preferentemente euskaldun: "serán preferidos en iguales circunstancias los que posean la lengua vascongada".
La Gaceta de Madrid, 24 de diciembre de 1818
Pueblo de Erandio, año 1821. Curioso anuncio donde se establecía un salario por niveles docentes. "12 rs. los de leer, 16 los de escribir y 24 los de escribir y contar"
La Gaceta de Madrid, 20 de marzo de 1821
Anteiglesia de Erandio, año 1824. Aqui se ofrecía "una casa decente para habitar"
La Gaceta de Madrid, 21 de febrero de 1824
Villa y anteiglesia de Murguia, año 1829. Sin duda se refería a MUNGUÍA (Mungia). Que sepamos Murguía (Zuia-Álava) nunca ha sido vizcaína, por lo que creemos que se trata de una errata.
La Gaceta de Madrid, 5 de mayo de 1829
Villa de Ochandiano, año 1801. Sin duda el anuncio en el que se requiere un perfil más dificil de encontrar: requisitos de la maestría de niñas:
- Tener 30 años
- Ser viuda o doncella
- Tener buena vida, fama y costumbres
- Saber vascuence
- Saber la doctrina cristiana
- Leer y escribir
- Coser en lienzos finos, bordar y planchar, hacer calceta y punto de red
- Y si se demuestra que además vale mucho se le aumentaría a 8 reales diarios.
Vamos,una auténtica joya.
La Gaceta de Madrid, 24 de noviembre de 1801
Concejo de S. Jorge de Santurce, año 1827. El maestro aquí hacía labores de sacristán cosa que como veremos aparece más de una vez en los pueblos de la Margen Izquierda.
La Gaceta de Madrid, 1 de febrero de 1827
La Gaceta de Madrid, 1 de enero de 1840
Concejo de Sestao, año 1806. En Sestao (a "un corto paseo de Portugalete"), donde había 60 vecinos, el mestro debía atender también la sacristía de la parroquia.
La Gaceta de Madrid, 4 de julio de 1806
Este anuncio apareció sin detallar el lugar. Sólo que estaba a 2 leguas de Bilbao (11 km). Curiosamente quien recogía las solicitudes era "Francisco Marín, mercader de libros"
La Gaceta de Madrid, 5 de abril de 1803
La Gaceta de Madrid, en muchas ocasiones era la publicación que se hacía eco de noticias y avances científicos. Aqui presentamos la descripción de una campaña de vacunación en Castro Urdiales en 1808, contra enfermedades increíbles "erupciones cutáneas, principalmente la escabiosa, herpética, lactuminosa, vicio escrofuloso y afección verminosa". La cosa debió de ir sobre ruedas ya que "Los niños han andado por las calles y plazas, descalzos y baylando sobre la nieve sin haber experimentado la más leve novedad" y eso que "al principio hubo alguna repugnancia en los padres de los niños" en aplicar "esta práctica tan recomendable y útil a la humanidad y al estado"
La Gaceta de Madrid, 28 de febrero de 1804
Y no quiero finalizar este artículo sin presentar esta descripción detallada de la fístula en el ano que le curó Luis Andrés Bucelli, cirujano latino de Castro Urdiales a Ignacio de Artegavitia vecino del Valle de Trápaga y otra a Domingo de Uraga de la Anteiglesia de Baracaldo. La descripción raya lo gore. Para tranquilidad del lector tengo que decir que la operación fue exitosa. Sobran las palabras.